miércoles, 3 de febrero de 2010

Hay que ser crítico: nuestra especialidad no debe limitar nuestras propuestas estratégicas. El cliente lo agradece.

Desde que estudio marketing on line mi cabeza se llena de dudas y de reflexiones que al cabo de un tiempo van encontrando respuesta. Sinceramente, hay gente que asoma la cabeza en esta materia y en dos años son expertos, ¿en qué?, pues en posicionamiento SEO, en "Social Media", otros se autodefinen como "community managers"… en fin un batiburrillo de términos que en realidad solo sirven para impresionar a los profanos en la materia. Creo que se deberían poner cada cosa en su contexto.

Como Licenciado y Master en Marketing, y tras 10 años de experiencia en el sector de la comunicación y las RRPP, creo que puedo opinar algo sobre esta materia, quizás no sea un gurú, pero cuento con el conocimiento suficiente para saber que el e-marketing o marketing online no es otra cosa que una materia al servicio del marketing estratégico o de la estrategia global de marketing. Que los términos que acabamos de repasar, no son otra cosa que herramientas del Marketing on line, al servicio también de la estrategia global. Por tanto, dicho esto, cualquier consultor que se precie, debería preocuparse por tener una visión global del marketing. Resulta difícil recomendar a un cliente qué camino debe seguir entre un abanico amplio de opciones si nuestro único conocimiento y experiencia es como posicionarle on line o como ampliar su red social.

No quiero decir que estas cuestiones no sean importantes, lo son y mucho, solo invito a tener siempre una ética profesional y un conocimiento global que nos permita como consultores recomendar aquellas acciones que el cliente necesita, no lo que al consultor le interese. Por ese camino, perdemos credibilidad, por ese camino el sector de la consultoría de comunicación y marketing morirá.

Así, el mercado de la consultoría pide gente ética y sensata, ejecutivos al servicio de las necesidades del cliente y no de la cuenta de resultados de su Director Financiero. Yo ya hice la reflexión hace tiempo y ya he recomendado a un par de clientes que contraten los servicios de otros profesionales, ya que entiendo que es lo que realmente necesitan. No he facturado ni un euro, es cierto, pero creo estar abonando el campo de mi credibilidad como consultor. De momento esos clientes me han felicitado y agradecido el acto de honestidad. Hoy en día debemos ser muy cuidadosos, la situación actual va a cribar a muchas empresas y profesionales, el que no trasmita credibilidad, no va a sobrevivir.

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